En los últimos años hemos asistido a una fuerte evolución
tecnológica, a la que algunos se refieren como 3ª Revolución Industrial.
Este extraordinario avance técnico se centra especialmente en las
tecnologías de la información y la comunicación. Son varios los inventos
que pueden considerarse clave de este enorme desarrollo:
Los primeros ordenadores, que aparecieron a mediados del siglo XX.
El descubrimiento de un interesante operador electrónico: el transistor.
La aparición de la fibra óptica.
El descubrimiento de los circuitos integrados, los llamados chips.
El protocolo TCP/IP
para transferencia de información, establecido por los americanos a
finales de los sesenta y, años más tarde, dió lugar a la aparición de
Internet.
Más tarde aparecieron los microprocesadores (microchips).
Los satélites de comunicaciones.
La tecnología inalámbrica.
La evolución de las llamadas TICs ha sido tan vertiginosa que,
actualmente, en un mismo centro conviven docentes que comenzaron su
andadura profesional sin que hubiera un solo ordenador en las aulas
(seguro que recuerdan las tan socorridas máquinas de escribir), docentes
(entre los que me incluyo) que comenzamos con los disquettes, pasamos a
los CD-ROM y después a las memorias flash e incluso a las PDIs (¡qué
maravilla!) y docentes que ya han nacido profesionalmente con Internet,
con los pendrive y demás. Pero, ¡cómo disfrutamos los profes de
Tecnologías mostrando a nuestros jóvenes alumnos/as esos artilugios del
pasado!
Pues bien, hoy nos toca recordar. Aquí os dejo dos presentaciones
acerca de la evolución de la máquina de escribir (que dió paso al
ordenador) y del teléfono (¿cómo sería la vida sin los móviles? - ¡Pues,
vivíamos!)
En la actualidad las Tecnologías de Información y Comunicación
son un recurso que ha permitido proporcionar a los estudiantes nuevas
formas de abordar el aprendizaje y comprender la diversidad de la
información que se encuentra ya no sólo en libros, sino también en la
Red. Nos enfrentamos a un cambio cultural y metodológico, donde ya no es
el docente el único portador de información y conocimiento, sino que
éste se convierte en un facilitador que le muestra al estudiante el
camino a través del cual puede acceder a múltiples espacios y
herramientas que la conectividad ofrece hoy.
Este cambio de paradigma nos enfrenta a replantear los modelos
pedagógicos que se utilizan en los procesos de formación. Aparecen
entonces las TIC, que permiten abordar y transmitir conocimiento de
forma interactiva y dinámica, haciendo el proceso de
enseñanza-aprendizaje más productivo e interesante para el estudiante,
donde es él el centro del sistema, y el docente es quien debe propiciar
nuevas metodologías que le permitan motivarlo y acercarlo al
conocimiento, desarrollando en él competencias para el auto-aprendizaje,
la crítica constructiva y el aprendizaje constructivo y colaborativo.
Estas tecnologías no solo están diseñadas para la educación virtual,
ya que existen otras opciones como apoyo a la presencialidad e incluso
incorporación en las clases con metodología exclusivamente presencial.
Lo que debe hacerse es estudiar y visualizar la integración de las TIC
en el currículo, las cuales benefician el proceso de educación, debido a
que es posible crear escenarios y ambientes más amigables para la
entrega, transformación y asimilación del conocimiento. La principal
razón para integrar las TIC en los procesos de enseñanza en el aula es
la capacidad que tienen estas herramientas y tecnologías para
potencializar, facilitar y amenizar el aprendizaje.
A partir de las tendencias
actuales, la evolución de las TIC en los próximos años
puede estar caracterizada por los siguientes aspectos: - Progresivo aumento
de los sistemas informáticos portátiles
- Progresiva difusión de las pantallas planas (TFT)
- Implantación de las tecnologías inalámbricas: ratón,
teclado, impresoras, redes LAN... - Omnipresencia de los accesos a
Internet. - Uso generalizado de los sistemas
de banda ancha para las conexiones a Internet.
- Telefonía móvil de tercera generación UMTS, con imagen
y conexiones gráficas a Internet.
- Suministros de software a través de Internet (se pagará según
consumo, como la electricidad)
- Multiplicación de las actividades que realizaremos desde el ciberespacio:
telebanco, telemedicina, ocio...
- Generalización de la "pizarra
digital" en las aulas presenciales.